Primero que nada los invitaríamos a ver el siguiente video. No necesitan contexto por el momento. Sólo dense un segundo en silencio y traten de traducir las siguientes imágenes y sonidos en emoción. Es la cueca sola.
Lo que acaban de ver es Chile en 1990. Es el final de la dictadura. Es el Estadio Nacional, de sombría historia. Y es la cueca sola, una de las expresiones de resistencia más intensas de la historia.
El 11 de septiembre de 1973 se dio el golpe militar en Chile. Al día siguiente comenzó una etapa muy dolorosa para el país sudamericano: la persecución y represión militar.
Los episodios son largos y terribles, uno de ellos, el que aún no acaba de sanar, fue el de los desaparecidos. Mismo que hizo nacer a la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD).
Esta organización civil fue de las más activas durante la dictadura y en los periodos posteriores a ella. También es la responsable de la creación de la cueca sola.
La cueca es un baile y un ritmo tradicional de América del Sur. Es particularmente importante en Chile, donde es baile nacional y motivo de fiestas y carnavales.
Se baila siempre entre dos que nunca se tocan, hombre y mujer tradicionalmente. Y se baila girando sobre un eje imaginario en el que la pareja juega el papel de un péndulo. Es bonito y enternecedor, inocente y colorido.
En 1978 llegó la cueca sola. En ésta, tradicionalmente, una mujer, tras anunciar el nombre de su desaparecido y portando en el pecho la efigie de éste, baila imaginando que baila con el otro. No es mucho más que eso. Pero su contundencia, su peso y su mensaje cifrado, son incuestionables.
De la cueca sola se puede decir mucho. En primer lugar es un acto impresionante de visibilización de los que ya no pueden ser vistos. Por otro lado es una aclaración cultural sobre fracturas sociales incurables y profundas. Y es un ejercicio de inclusión, pues la cueca sola es para verse en comunidad.
Su poder ha sido tan grande que en 1988 se instaló como uno de los grandes referentes en el referendum que removió a la dictadura pinochetista del gobierno chileno.
Y claro, regresemos a nuestro primer ejemplo. La cueca sola en el Estadio Nacional, gran prisión y centro de tortura con Pinochet, dándole la bienvenida a la democracia tan esperada. Es muy fuerte, y es tan sólo un gesto emotivo del cuerpo que se engarza a terminaciones nerviosas y comunales para instalar una acción de repercuciones monumentales.
Y todo esto simplemente bailando sin tiempo, sólo en la memoria.