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#BallenasBlancas. Judith Love Cohen y las mujeres del programa Apollo

A mediados de abril de 1970 una única noticia daba la vuelta al mundo. De manera inesperada y tras días de angustia, los tres tripulantes del Apollo 13 regresaban a casa. No habían logrado el alunizaje, pero había regresado completos. De milagro. En los días posteriores, el comandante Jim Lovell le agradecía a una persona la oportunidad de volver. Ella era Judith Love Cohen, una de las menos de veinte mujeres que formaban parte del Programa Apollo.

Seis meses antes, Cohen, ingeniera y matemática había resuelto un problema en los sistemas de guía surgido durante la misión del Apolo 10. Los controladores de vuelo se habían propuesto generar un sistema que fuera un “bote salvavidas” en caso de que el sistema principal fallara. Una tarde de agosto, una muy embarazada Judith Love Cohen se presentó en los laboratorios de la NASA. Cuando empezó la labor de parto, se fue al hospital, pero se llevó impreso el problema en el que estaba trabajando. Más tarde, le llamaría a su jefe para decirle que lo había resuelto justo antes de parir a su cuarto hijo: el actor Jack Black. Y sí, por este último dato es que conocemos la historia.

Sin cruzarse con otra mujer

Nacida en Brooklyn en 1933, Judith Love Cohen fue hija de una familia judía de clase trabajadora. Su padre era vendedor de refrescos y toda su familia materna trabajaba como costurera en la industria textil neoyorkina. Desde niña, Cohen mostró particular interés por la ciencia, en especial las matemáticas. En la secundaria, sus compañeros le pagaba por hacer su tarea. Además, formaba parte del Ballet Metropolitano de Nueva York. Sin embargo, cuando le pidió una carta de recomendación a uno de sus profesores para la universidad, él le respondió que mejor le buscarían algo que la “convirtiera en una verdadera dama”.

Pese a todo, Cohen consiguió una beca para estudiar matemáticas en el Brooklyn College, aunque más tarde cambiaría a ingeniaría. Ahí conoció a Bernard Siegle con quien se casó y se mudó a California. En la costa oeste se matriculó en un master en ingeniería en la Universidad del Sur de California. Tuvo tres hijos y empezó a trabajar en North American Aviation. Para ese momento, Cohen reconocía que, en todos sus años de estudiante, no se había cruzado con otra mujer. Y que muy temprano en su vida ella supo que haría lo que otras mujeres nunca harían.

La fama tardía

Judith Love Cohen trabajaría veinte años más en la NASA. Además de posibilitar la salvación del Apollo 13, sería una de las ingenieras del Telescopio Hubble. A mediados de los años 60 se divorció de Siegle y un par de años más tarde, de casaría con Tom Black, también ingeniero de la NASA y padre de Jack Black. La historia de su nacimiento, se volvió viral cuando el primogénito de Cohen, el también ingeniero Niel Siegle, lo narrara en redes sociales como una forma de reivindicar el trabajo de su madre, quien se retiró en 1990, presumiblemente para atender el cáncer de su hijo Howard.

Además de su trabajo como científica, Judith Love Cohen desempeñó un papel fundamental para las mujeres de la NASA. Ella fue la primera en exigir condiciones laborales más igualitarias entre hombres y mujeres. Impulsó que la agencia hiciera públicas todas las vacantes, con descripciones formales de los puestos, para que todas las personas, en especial las mujeres, pudieran postularse. Por ello es de sorprenderse que la misma NASA no la reconozca como parte de las diez mujeres que hicieron posible el Programa Apollo.

Tu puedes ser…

Tras retirarse de la NASA y divorciarse por segunda vez, Judith Love Cohen lanzaría con su tercer marido Cascade Pass, una pequeña editorial independiente. Dirigida específicamente a las infancias, Cohen escribió dos colecciones. La primera titulada Green, dedicada a la protección del medio ambiente. Y la segunda llamada You can be a woman… orientada a promover que las niñas se interesen en el estudio de las ciencias. Esta colección tiene catorce títulos, ha vendido más de cien mil ejemplares, y ha sido traducida a varios idiomas.

El 25 de julio de 2016, Judith Love Cohen murió tras una breve batalla contra el cáncer. El último libro que publicó su editorial fue The Women of the Apollo: The Stories of Judith Cohen, Ann Dickson, Ann Maybury, and Bobbie Johnson, Four Remarkable Women Who Helped Put the First Man on the Moon, escrito por su nuera Robyn C. Friend.

Judith Love Cohen es uno de los tantos casos en que las mujeres son reconocidas más por su relación con ciertos hombres, que por sus propias aportaciones, una de las cuales siempre es ser madre. Es también una muestra de que la reivindicación del trabajo de las mujeres en campos como la ciencia es parcial y tiende a dejar a tantas fuera como a las que reconoce, como si tuvieran que ser pocas para ser verdaderamente meritorias de reconocimiento. Pero habría que decir que Judith Love Cohen es también la muestra de la persona que quieres que esté en la habitación cuando alguien dice “Houston, tenemos un problema”.


Gabriela Astorga – @Gastorgap


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